Hay días que permanecen en la memoria, unos para ser recordados y otros para no ser olvidados. Puede resultaros similar pero no lo es. Hoy es el día indicado para volver a recordar aquel 7 de enero de 1995. Hoy volvemos a enfrentarnos a esa calaña en nuestro Estadio y, como antaño hicimos, venimos con honor, presos del infausto recuerdo de su puta manita el año pasado. Quizá hoy mejorado, pero furioso, peligroso. Quiero recordar la soberbia y la casta que nuestros jugadores mostraron para tan sólo un año después devolver los 5 goles.
Por eso hoy es apropiado rendir homenaje a los héroes del pasado que se entregaron a muerte ante el mismo rival de hoy, para demostrar al mundo y a ellos mismos que por mucho que se nos derrote, siempre volvemos. Somos la pesadilla que acompaña al niño toda su vida. Podremos estar noches sin aparecer, podremos ser vencidos una y otra vez, pero tarde o temprano nuestra vuelta es inevitable.
Por eso hoy es apropiado rendir homenaje a los héroes del pasado que se entregaron a muerte ante el mismo rival de hoy, para demostrar al mundo y a ellos mismos que por mucho que se nos derrote, siempre volvemos. Somos la pesadilla que acompaña al niño toda su vida. Podremos estar noches sin aparecer, podremos ser vencidos una y otra vez, pero tarde o temprano nuestra vuelta es inevitable.
No espero ganar por 5-0 hoy, tampoco lo necesitamos. Sólo quiero haceros ver de lo que hemos sido capaces, unidos ante la adversidad. Defended vuestro escudo, defended vuestro honor. Huestes a vencer.

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